En septiembre de 2020, Amazon ya había anunciado un nuevo sistema que estaba probando en sus supermercados de pago sin contacto. El dispositivo conecta la huella de la palma a una tarjeta de crédito almacenada para que, simplemente colocando la mano sobre un sensor, podamos comprar cualquier cosa.
Amazon One utiliza la palma «única» de cada individuo, una alternativa a otros identificadores biométricos como huellas dactilares, iris o reconocimiento facial.
Para ello, Amazon registra la información del usuario en su base de datos y asigna la palma del usuario a su cuenta de Amazon. A partir de ahí, siempre que el usuario quiera pagar, se escanea la mano y Amazon identificará automáticamente al usuario para cobrarle directamente desde su cuenta de Amazon.
La empresa ha instalado el sistema en pruebas en las cajas registradoras de un par de Whole Foods y asegura que no dará lugar a despidos de personal. Por ahora: antes de Whole Foods, el gigante de Internet ya instaló Amazon One en sus tiendas físicas Amazon Go y Amazon Books en la ciudad de Seattle, donde tiene su sede. Luego lo implementó en otras tiendas piloto en otras ciudades. Ninguna de estas pequeñas tiendas tiene cajeros humanos.

Ahora, la prueba en las grandes superficies de Whole Foods marca el inicio de una expansión nacional e internacional. Amazon ya está extendiendo los tentáculos de sus tiendas físicas por todo el mundo.
“No hay dos palmas iguales, por eso analizamos todos estos aspectos con nuestra tecnología y seleccionamos los identificadores más distintivos en su palma para crear su firma”, explicó la empresa.
Amazon dijo que los datos biométricos están «protegidos por múltiples controles de seguridad y las imágenes de la palma nunca se almacenan en el dispositivo Amazon One», sino que se envían a un «área altamente segura que construimos en la nube».
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