La interfaz inalámbrica cerebro-computadora es la primera de su tipo. El software y el hardware se probaron durante períodos de 24 horas.
Empezamos a ver este tipo de dispositivo en películas o cómics de ciencia ficción. Se sabía que los científicos estaban trabajando en ellos y también se había logrado el éxito en este tipo de dispositivo, pero siempre con dependencia de la conexión por cable. Pero ahora se ha avanzado mucho más, un grupo de científicos fabricó e hizo que el primer sistema de interfaz inalámbrico cerebro-computadora funcionara en humanos. Y además de poder manipular dispositivos como una PC, el software pudo realizar comandos en otros dispositivos como una tableta, para dar el ejemplo de los expertos.
Las BCI (interfaces cerebro-computadora) ya son bien conocidas en el mundo de la ciencia. Pero eso no les impide ser sorprendentes. A finales de 2020, la sonrisa de Robert ‘Buz’ Chmielewski mientras manipulaba dos brazos robóticos con electrodos conectados a su cerebro conmovió el mundo. Ese dispositivo que manipuló Chmielewski estaba conectado a todo un sistema de cables. Ahora imagina lo mismo, pero en lugar de brazos robóticos, el equipo hace clic en una tableta. Y también que no hay dependencia de una conexión entre los electrodos conectados al cerebro y el dispositivo que recibe los comandos.
La interfaz inalámbrica se atribuye a un equipo de científicos de la Universidad de Brown. Según el Daily Mail, reemplazaron los cables con un pequeño transmisor que se coloca en la cabeza del usuario. Tiene solo dos pulgadas de diámetro y, al igual que el sistema cableado, se conecta a una base de electrodos que se instalan en las regiones del cerebro responsables de las funciones motoras.

Llamaron al dispositivo BrainGate. También lo probaron con la participación de dos hombres que presentan heridas que no les permiten mover libremente el cuerpo. “Dos hombres paralizados por lesiones en la médula espinal podían escribir y hacer clic en una tableta con solo pensar en la acción. Y lo hicieron con una precisión de apuntar y hacer clic y velocidades de escritura similares a las de un sistema cableado ”, dijeron los científicos según el portal citado.
Los dos participantes en este exitoso experimento son un hombre de 35 años y un hombre de 63 años, los cuales, como se mencionó, sufren parálisis debido a una lesión en la médula espinal. La diferencia entre estas dos pruebas es que cada una de ellas utilizó el dispositivo en casa. Y no en un laboratorio, como fue el caso con experimentos anteriores de BCI dependientes de cables.
«Hemos demostrado que este sistema inalámbrico es funcionalmente equivalente a los sistemas cableados que han sido el estándar de oro en BCI Performance durante años», dijo John Simeral, ingeniero de la Universidad de Brown y autor principal del estudio. “La única diferencia es que las personas ya no necesitan estar atadas físicamente a nuestro equipo, lo que abre nuevas posibilidades en términos de cómo se puede usar el sistema”, agregó.
También detallaron que cada uno de los hombres del experimento utilizó el equipo durante 24 horas continuas. La idea de esto es monitorear la actividad no solo del dispositivo sino también del cerebro, durante largos períodos de uso de los electrodos instalados y del propio dispositivo.
“Esto nos ayudará a diseñar algoritmos de decodificación que proporcionen una restauración fluida, intuitiva y confiable de la comunicación y la movilidad para las personas con parálisis”, dijo Leigh Hochberg, otro ingeniero de la misma universidad y líder de los ensayos clínicos del proyecto.
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